Compré la agenda que se ve en la primera foto, en una tienda en las que venden productos asiáticos y que hay en todas partes.
Como no me gustaba, le quité las pastas y quedó tal como se ve en la segunda foto.
A continuación aprovechando unos retales de tela que tenía y un trozo de goma y de cola de ratón, la transformé en la agenda que se ve en la tercera foto, a mi gusto.
A continuación aprovechando unos retales de tela que tenía y un trozo de goma y de cola de ratón, la transformé en la agenda que se ve en la tercera foto, a mi gusto.
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